La boda de Inma y Andrés ha sido una de las más conmovedoras que hemos tenido el placer de organizar. Estos encantadores novios pusieron junto con nosotras todo su corazón para crear un día inolvidable.

La ceremonia se realizó en nuestra hacienda del siglo XVI, envuelta en una plétora de flores y detalles. El momento para señalar, las conmovedoras lecturas de los familiares y amigos de la pareja que provocaron más de una lagrimilla. 

Tras los aperitivos, la novia, antigua bailaora, sorprendió a todos al bailar junto a un caballo. El vestido, de palabra de honor y corte imperio, adornado con un precioso mantón negro, resaltó no solo la elegancia del baile, sino que supuso un complemento perfecto a la escena.

 

Los invitados disfrutaron de una preciosa noche llena de momentos para el recuerdo y muestras de afecto.

Porque hay días en los que sólo podemos decir ¡Que vivan los novios!